Reich y Freich

miércoles, 4 de noviembre de 2009


Al señor Reich no le gustaba comprar el diario en el kiosco de la esquina.

Creía que el señor Freich cambiaba estratégicamente las páginas del The Clinik para confundirlo y luego burlarse de él con los demás del barrio.

Al señor Reich no le gustaba para nada el señor Freich y siempre que este lo saludaba a eso de las 9 , luego de ir a comprar el pan , Reich apretaba el paso para no tener que verle el rostro, ni menos tener que devolver ese saludo al kioskero.

El señor Reich vivía en un departamento de la calle Providencia.Cada mañana , casi de madrugada , se arrimaba al balcón para vigilar a Freich , que casi dogmático compraba las ediciones del día y las leía y releía , cambiando las páginas de unos en otros , de esos en estos , del Mercurio en la Tercera y de la Segunda en el Siglo, y del Ciudadano en la Cuarta.

Y como si nada fuese cierto Reich cuando leía el periódico que comparaba fuera de la panadería, cerca de las 8:30 de la mañana , encontraba que Freich había cambiado también esas páginas y que ya nada le concordaba, ni las guerras santas, ni las guerrilas , ni la última agreción en contra de los derechos humanos, ni el último feminicidio, ni el último suicidio, la última baraja de corrupción presidencial , ni la última estafa política , nada , nada le concordaba al pobre viejo...

Seguramente esas páginas también las habían cambiado.

Sí´, definitivamente las habían cambiado ...seguramente había sido Freich ...
si , definitivamente habia sido Freich.

1 comentarios:

Rodrigo Molina dijo...

Me recuerda a Brech (o brecht?... el bertolt po)... pero un poco más sofisticado.