Derecho al Delirio

lunes, 16 de noviembre de 2009

Hay veces en que no solo la existencia de un desplazamiento hacia un estado ideológico nulo me aterra, sino que también , suprime los afectos idearios que puededo formular al respecto.

Anoche saltaba a la vista que el mañana estaba cuadrado, que las cortinas de las seis de la madrugada se desplegarían monótanos a lo largo de una historia sin derecho a delirar.Me parece que fue hace poco cuando leía idioteses en las portadas de los diarios, el las miradas de los hombros de mi lado, en las bocas de los deseos identitarios.





Me sofoca el saber que estamos marcados cual ganado , moldeados dentro de una existencia de libre mercado y optimismo económico . Una homogenización humana que niega la exelencia del yo más íntimo, y por ende, suprime todo estado de personalidad.

Somos un fenómeno vergonzoso de historia; nos repudiamos mutuamente, negamos lo que encarnamos, trabajamos por ser como los poderosos Y , además , ignoramos nuestra autodestrucción.


Yo quiero delirar. Voy a exijir mi derecho, para salvarnos solo un poco dentro de este gran naufragio.

Voy a luchar por ese derecho inamovible del cual habla Galeano y te lo voy a refregar en la cara como sea posible.

¡Delirio , delirio! Y , con ello, la renovación de nuestra existencia, de nuestra vida, de nuestro vivir y de nuestro sentir.

0 comentarios: