DEDICADO A UNA DE LAS FUTURAS PERIODISTAS MÁS DESPIADADAS DE TODO EL MEDIO
Desde lejos parecía concentrada en algo muy importante. Tenía una mirada pensativa, pegada a un punto fijo, como si ella no estuviese aquí sino en algún otro lugar.
Muchas veces se acercaba resplandeciente, coqueta, siempre con un caminar de pasarela, ladeando su cabeza un tanto a la izquierda, cosa de que su larga cabellera crespa cayera casi casual, casi despreocupada.
Se notaba sin ir más lejos que ella venia de otra parte, que era una mujer ya resuelta ante ciertas inquietudes y que podía transformarse en una periodista cruel y despiadada si el medio lo ameritaba. Pero las cosas no eran así de sencillas, ella tenía su historia, tenía su corazón roto por el tiempo y su coraza despedazada por más de una injusticia; todo producto de una enseñanza de vida que intentaba ocultar y no demostrar.
Una vez contó algo y creo que fue la única vez que la vi ebria: había estado a punto de comprometerse con un tipo proveniente de una de las familias más adineradas del país y él la estaba esperando al otro lado de la frontera para iniciar una vida en pareja.
Una vida resuelta, pensé de inmediato, pero ahí estaba el problema del asunto; ella no quería eso. No quería casarse, no quería tener ese caudal de dinero y menos renunciar a sus planes. No quería amarrarse a nada.
Más grande fue mi sorpresa cuando me dijo:
- ¡Hijos! Estás loca, yo no quiero hijos
Y allí estaba de nuevo, sentada en la primera fila de la clase, tomando apuntes, criticando cuanto pudiese, intentando sacar adelante su título y su independencia como mujer.
Muchas veces pensé en lo fría que podía ser ella, sin embargo, no era lo fría que ella pudiese llegar a ser lo que me asombraba, sino lo racional que era para sobrevivir a la vida, los problemas y a la libertad que no deseaba perder. Una suma que poco a poco fue tomando lugar en mi y que, al mismo tiempo, se convirtió en una admiración.
Desde lejos parecía concentrada en algo muy importante, pero esto ya no me causaba duda. Al fin sabía porque esa carita plasmada en el pensamiento; el niño de Argentina la había llamado y propuesto nuevamente matrimonio, y ella estaba pensando en considerarlo…
